CONSTANTINOPLA
El Imperio Romano de Oriente perduró durante toda la Edad Media. Su capital, Constantinopla, fue:
1.- El centro político.
2.- El centro religioso.
3.- El centro económico.
4.- Y el centro cultural del imperio.
Como el nombre antiguo de esta ciudad era Bizancio, se conoce también como Imperio Bizantino.
LA ADMINISTRACIÓN DEL IMPERIO BIZANTINO
A la cabeza del imperio estaba el emperador, quien gobernaba apoyado en:
1.- Sus ministros.
2.- Una red de funcionarios.
3.- Un ejército muy bien dotado.
CARACTERÍSTICAS DEL EMPERADOR
1.- Se entendía que su poder provenía de Dios y por eso su persona era sagrada.
2.- Era representado con una aureola y había que arrodillarse frente a él.
LA RELIGIÓN OFICIAL EN BIZANCIO
La religión oficial era el Cristianismo y la Iglesia era dirigida por los patriarcas, siendo el principal el de Constantinopla.
El emperador intervenía en los asuntos de la Iglesia, nombrando a los obispos y resolviendo asuntos de doctrina.
JUSTINIANO, EL EMPERADOR BIZANTINO MAS DESTACADO
(527 – 565 d.C)
Uno de los emperadores más destacados fue Justiniano. Durante su extenso gobierno (527 - 565) se empeñó en:
1.-Restaurar la unidad y el poder del Imperio Romano, conquistando territorios de los reinos vándalos, ostrogodos y visigodos (ver mapa de la página 149).
2.- Dominando la navegación en el Mediterráneo.
LA OBRA MAS DURADERA DE JUSTINIANO
Su obra más duradera, sin embargo, fue en el plano legislativo:
1.- Para facilitar el trabajo de los jueces, ordenó recopilar las leyes del Imperio Romano y organizarlas en un código.
2.- Con estas recopilaciones, el derecho romano adquirió simplicidad y orden y logró sobrevivir, convirtiéndose, más tarde, en la base del derecho de Occidente.
DESPUÉS DE JUSTINIANO
Después de Justiniano, si bien hubo períodos de prosperidad, la tendencia general del imperio fue:
1.- Por una parte, la pérdida de territorios ante diferentes enemigos.
2.- Por otra parte, el debilitamiento de los lazos con Occidente.
Por tradición, el imperio siguió llamándose romano, pero en realidad fue un imperio griego, pues su reducido territorio solo comprendía territorios griegos o helenizados como:
· Grecia.
· Macedonia.
· Tracia.
· Asia Menor.
El griego reemplazó al latín como lengua oficial.
EL ALEJAMIENTO RELIGIOSO CON OCCIDENTE
El alejamiento religioso con Occidente se consumó en el año 1054 cuando la Iglesia Bizantina se separó de Roma, formándose la Iglesia Ortodoxa (de la recta fe), la cual:
1.- No reconocía la supremacía del Papa.
2.- Y afirmaba que el Espíritu Santo solo provenía del Padre y no del Hijo.
EL IMPERIO BIZANTINO FUE MUY IMPORTANTE PARA EL DESARROLLO POSTERIOR DE OCCIDENTE
Aún con todo lo sucedido, este imperio fue muy importante para el desarrollo posterior de Occidente.
1.- En sus universidades, centros de estudio y bibliotecas:
Los sabios bizantinos resguardaron e incrementaron la cultura clásica, especialmente los conocimientos legados por los griegos, que serían muy valorados más adelante por los reinos occidentales.
2.- La ciudad de Constantinopla, por su parte, fue un importante centro comercial del Mediterráneo, a través del cual llegaban productos del Lejano Oriente, como la seda y las especias, que luego se vendían a los grupos de mayor nivel económico en Europa.
EL ISLAM Y LA CIVILIZACIÓN MUSULMANA
En el siglo VII, mientras el Cristianismo se consolidaba en los reinos germanos, en la península Arábica surgía una nueva religión monoteísta.
EL ISLAM
Esta religión era el Islam (sumisión a la voluntad de Alá) y quienes la profesaban, aún si no eran árabes, se denominaban musulmanes (los que se someten a Alá).
Su fundador fue Mahoma, un árabe que predicó a su pueblo que:
1.- Existía un solo Alá (Dios), todopoderoso y lleno de misericordia.
2.- Este Dios, Alá lo había elegido como su profeta (sucesor de Abraham, Moisés y Jesús) para comunicar a los hombres su mensaje y guiarlos por el camino de la salvación.
MAHOMA COMENIENZA A PREDICAR
Mahoma comenzó a predicar en la ciudad de La Meca, donde encontró una fuerte oposición.
En el 622 huyó a la ciudad de Yatreb, luego llamada Medina (cuidad del profeta). Este acontecimiento se conoce como Hégira (huida) y marca el inicio del calendario musulmán.
Desde Medina, Mahoma declaró la guerra santa y en el 630, junto con sus seguidores, conquistó La Meca, capital religiosa del mundo árabe que finalmente reconoció a Mahoma como profeta del único Alá.
Tras la muerte de Mahoma (632), sus discípulos escribieron sus enseñanzas y revelaciones, dando forma al Corán.
CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN ÁRABE
DE ENTONCES
· La mayoría de la población árabe correspondía a tribus seminómadas del desierto.
· Se dedicaban al ganado y al comercio de caravanas.
Mahoma dio unidad política al pueblo árabe, una nueva fe y un ideal religioso para la lucha: convertir el mundo al Islam.
SE REANUDA LA GUERRA SANTA
La guerra santa se reanudó y el Islam se expandió con tal rapidez, que los musulmanes:
“Dominaron extensos territorios y conformaron un vasto imperio que llegó a extenderse desde el río Indo hasta la península Ibérica”.
EL CALIFA:
El califa, era el jefe político y religioso del imperio y gobernaba con la ayuda de funcionarios y consejeros.
EL VISIR:
Era el más importante de los funcionarios y consejeros del califa
EL EMIR:
Encargado de cada una de las provincias.
REACCIÓN DE LAS POBLACIONES DOMINADAS POR EL ISLAM
Lentamente las poblaciones dominadas:
1.- Fueron adoptando la religión musulmana.
2.- Fuero adoptando la lengua árabe.
3.- Fueron adoptando algunas formas de vida de los conquistadores.
En los dominios del imperio florecieron:
Numerosas ciudades con grandes mezquitas, palacios, mercados, colegios y bibliotecas, que fueron el centro de esta nueva civilización árabe musulmana que tuvo una gran importancia comercial y cultural.
En este imperio, cristianos y judíos eran tolerados:
1.- Podían conservar sus bienes, sus leyes.
2.- Podían conservar sus lugares de culto a condición de pagar el “impuesto de los infieles”.
EL DESEO DE MUSUSLMANES Y CRISTIANOS
Pero el deseo de los musulmanes de llevar su fe más allá del imperio continuaba.
Como los cristianos también querían difundir su fe, durante la Edad Media se enfrentaron en numerosas guerras, que ambos consideraban santas.
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